martes, 30 de noviembre de 2010

Lo real maravilloso como categoría histórica

En primera instancia, es necesario definir qué es aquello que llamamos lo “real maravilloso”, y qué mejor que hacerlo teniendo en cuenta la definición que da el escritor cubando Alejo Carpentier en su escrito De lo real maravilloso americano: “Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en las vidas de hombres que inscribieron fechas en la historia del continente y dejaron apellidos aún llevados: desde los buscadores de la fuente de la eterna juventud, de la áurea ciudad de Manoa, hasta ciertos rebeldes de la primera hora o ciertos héroes modernos de nuestras guerras de independencia de tan mitológica traza como la coronel Juana de Azurduy (…) ¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real maravilloso?” (CARPENTIER: 1976). Es posible afirmar que lo real maravilloso es un término muy propio de América latina (utilizado a partir del siglo XX y del Boom Latinoamericano), que pretende dar cuenta de que el latinoamericano vive en una realidad muy distinta a la europea, y en ese sentido, puede parecer que vive en un lugar mítico, irreal, volátil y maravilloso: pero real.

Y qué mejor espacio para evidenciar lo real maravilloso que la literatura misma. Un espacio que da pie para que los niños coman sapos para no morir de hambre (Macario, Juan Rulfo), para que una familia tenga en su gallinero un señor muy viejo con unas alas enormes (Un señor muy viejo con unas alas enormes, García Márquez), o para que los indígenas precolombinos conquisten Europa (Las dos orillas, Carlos Fuentes). La historia de Latinoamérica es tan única y tan excepcional, que no exige que haya una escisión entre lo que llamamos real y lo que llamamos maravilloso. Lo real maravilloso es una aparente contradicción, que evidencia la contradictoria y paradójica historia de América Latina: por este motivo, es que podemos afirmar que lo real maravilloso es una categoría histórica; porque narraciones que aparentan ser completamente fantasiosas encarnan a la perfección la estructura que rige el funcionamiento de la realidad latinoamericana.  

Analicemos con atención este concepto de lo real maravilloso en la literatura del escritor mexicano Juan Rulfo (1917-1986). En primera instancia, es necesario tener en cuenta el concepto que él tiene sobre su propia literatura. Para Rulfo, la historia surge a partir de la narrativa: “Yo conocí la historia a través de la narrativa. Ahí comprendí qué había sido la Revolución. No me tocó vivirla. Reconozco que fueron esos autores, hoy subestimados, los que realmente abrieron el ciclo de la novela mexicana” (RULFO: 1973, pp. 6-7). Si bien para él la literatura es una manera de mentir, afirma que la mentira es una manera de recrear la realidad, la cual, es una de las características fundamentales de la creación (RULFO: 1997). Es posible concluir que el estilo narrativo de Rulfo surge a partir de su imaginación, pero está estrechamente relacionado con la manera en que su entorno está configurado.
En la narrativa de Rulfo, es posible ver la importancia del cuento sobre cualquier otro género, puesto que exige economía de palabras y la configuración de un cosmos concreto, autosuficiente y verosímil en un corto espacio. ¿Cómo son los espacios en la literatura de este escritor? Oscuros, frívolos, místicos, estrechamente relacionados con la mente de un pueblo devastado por la realidad en la que se encuentra inmerso a raíz de revoluciones, enfrentamientos, guerras, invasiones, etc. Por ejemplo, en Nos han dado la tierra, es posible ver la manera en que los protagonistas divisan una esperanza, pero no la logran alcanzar: “Se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza. Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca”. Claro que la sinestesia es una figura literaria, pero tanto en el cuento como en la vida real del latinoamericano, ocurre. Ocurre que podemos saborear el olor de una esperanza de nación, de paz, de progreso, de autosuficiencia; pero este espacio mítico está todavía muy allá. O por ejemplo, en Macario, un niño narra la realidad a partir de su propio punto de vista, y ejemplifica el espacio mítico que se alimenta de la mente de los pequeños: “Los grillos hacen ruido siempre, sin pararse ni a respirar, para que no se oigan los gritos de las animas que están penando en el purgatorio”. Creemos que lo maravilloso es que se oigan almas que gritan en el purgatorio: pero es real. En la realidad del mexicano, las almas tienen un carácter tan real y tan presencial como lo tiene cualquiera.
Por otra parte, el escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927- ) plantea que hay una necesidad en América Latina por encontrar su propia identidad, distinta a la europea: “Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos” (GARCÍA MÁRQUEZ: 1982). Y precisamente, podemos ver en él un estilo muy propio y costumbrista que gira en torno al siguiente propósito: “En América Latina y el Caribe, los artistas han tenido que inventar muy poco, y tal vez su problema ha sido el contrario: hacer creíble su realidad. Siempre fue así desde nuestros orígenes históricos, hasta el punto de que no hay en nuestra literatura escritores menos creíbles y al mismo tiempo más apegados a la realidad que nuestros cronistas de Indias” (GARCÍA MÁRQUEZ: 1998). Los espacios míticos que creó García Márquez no son fantasía, son reales, y son tan reales que se recrean en nuestras mentes a cada instante. Todos llevamos una mente estructurada en forma macondiana, todos tenemos la esperanza de que haya un Melquíades que depare un destino mejor. Lo maravilloso está arraigado en lo más profundo de nuestra realidad y de nuestra historia como latinoamericanos.
Textos de García Márquez que evidencien lo anteriormente planteado hay mil. Como ejemplo, está La siesta del martes, una historia donde el pueblo y “el qué dirán” es un personaje principal: "-Es mejor que salgan por la puerta del patio -dijo el padre. -Es lo mismo -dijo su hermana-. Todo el mundo está en las ventanas". La historia latinoamericana gira en torno a ese “qué dirán”, en torno a esa vara con la que europeos han intentado medirnos: en este sentido, lo real maravilloso puede ser considerado como una categoría histórica. O, por otra parte, en el cuento En este pueblo no hay ladrones, vemos un personaje sumergido en una realidad tan fuerte, que robar se vuelve un hábito casi tan vital y tan éticamente correcto como el mismo hecho de respirar. Así es Latinoamérica, es un espacio en el que se debe hacer lo que sea con tal de sobrevivir el capitalismo que nos agobia constantemente.
Por último, el escritor mexicano Carlos Fuentes (1928- ) también pone en cuestión la historia y su carácter de realidad a través de sus textos. A través de una estructuración determinada y de un manejo del lenguaje, Fuentes logra plantear en su cuento titulado Las dos orillas, que la historia no está predeterminada para que algo tenga que suceder, y que el papel de Europa no es el de civilizar al mundo. Lo maravilloso en este texto sería que un grupo de indígenas conquistaran España, pero lo real es que así es nuestra realidad: una realidad tan propia y tan única que se resiste a los dominios de la cultura occidental. Lo real maravilloso es una categoría histórica en la medida en que se encarga de describir la realidad latinoamericana tal como es: paradójica, contradictoria y fantasiosa.

BIBLIOGRAFIA CITADA
CARPENTIER, Alejo. “De lo real maravilloso americano” en Tientos y diferencias. Calicanto editorial, Buenos Aires, Argentina: 1976. Pp 83-99.
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. “Fantasía y creación artística en América Latina y el Caribe” en Voces. Arte y literatura. San Franciso, California: 1998, ed. 2.
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. “La soledad de América Latina”. Discurso de adaptación del premio Nobel otorgado en 1982. [Publicación en línea]. Disponible desde Internet en: http://www.ciudadseva.com/textos/otros/ggmnobel.htm
RULFO, Juan. “El desafío de la creación” en Teorías del cuento III. Poéticas de la brevedad. Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Literatura. UNAM. México, 1997.
RULFO, Juan. “Entrevista a Juan Rulfo” en Siempre! La cultura en México. 1973: 1,051, pp. VI-VII.

No hay comentarios:

Publicar un comentario